Elena Marcén Guillén en su artículo ‘El Espacio Goya de Zaragoza: historia de un proyecto y propuestas arquitectónicas’ (1998-2011) señala «el dilatado proceso de puesta en marcha del Espacio Goya (EG) acumula una larga nómina de desencuentros, aplazamientos e intentos frustrados de crear en Aragón un centro de referencia en la investigación y difusión de la figura de Goya. Ha sido objeto de encendidos debates que ponen en cuestión la capacidad de la comunidad autónoma aragonesa de rendir un definitivo homenaje a uno de sus hijos más ilustres». En el citado artículo me basaré para describir este fracaso.
La primera iniciativa fue del Gobierno de Aragón, del popular Santiago Lanzuela, e Ibercaja, que acordaron colaborar para intervenir en un edificio de la entidad, en la calle Costa, junto a la Plaza de los Sitios. El proyecto ganador de 1999 fue «la Quinta del Sordo» de Basilio Tobías. No se realizó. Problemas legales por la titularidad de las obras y el cambio político. El gobierno de coalición PSOE-PAR presidido por Iglesias aplazó el proyecto.
Entre 1999 y 2005 no hubo grandes progresos. En 2001 un nuevo acuerdo entre Gobierno de Aragón e Ibercaja que contemplaba tres sedes: el edificio de la C/ Costa, el Museo de Zaragoza y el Patio de la Infanta. Esta solución de compromiso no prosperó y hubo que esperar a 2004. Se citaron otras sedes: el palacio de Huarte, sede del Archivo Histórico Provincial, o el palacio de la Real Maestranza, pero fue en 2004 cuando cobró fuerza la Escuela de Artes para ampliar el Museo de Zaragoza (incluyendo un espacio dedicado a Goya). Por el traslado de los alumnos encontró detractores en la oposición, que propusieron sedes alternativas. Se plantearon otras: el palacio de Fuenclara, el cuartel de Pontoneros o un nuevo edificio en suelos públicos del barrio del AVE. Mas, la instalación en la Escuela de Artes se aprobó en marzo de 2005.
Para la Expo
La intención del Gobierno de Aragón era que el nuevo museo de Goya estuviera para la Expo y para ello se encargó un proyecto museológico a Gonzalo Borrás, que entregó en julio de 2005. Su objetivo era fomentar la investigación de la producción goyesca en sus etapas y la difusión de su trayectoria artística. En tres ejes temáticos: 1º) La formación artística de Goya, que incluiría el contexto histórico y cultural de la Ilustración, las academias de pintura del siglo XVIII y su relación con Italia; 2º) La pintura mural de Goya en Zaragoza, con los antecedentes de la pintura mural en España, el Pilar como gran taller de pintura y los conjuntos de Aula Dei y el palacio de Sobradiel; y 3º) Goya y la modernidad, como impulsor de una concepción más moderna del artista y su influencia en las vanguardias. El EG estaba en 2005 dentro de las infraestructuras culturales para la Expo 2008.
Según un acuerdo del Ministerio de Cultura y el Gobierno de Aragón, este debía contratar el proyecto arquitectónico en un concurso internacional en 2006. En mayo de 2006, se conoció el ganador, de los suizos Herzog & De Meuron, por su anteproyecto «Zaragoya». Se basaba en cuatro ‘salas ancla’ (o ‘anchor rooms’) como elemento fundamental y una gran escalera de ladrillo en aspa para unir la Escuela y el Museo. Las cuatro «salas ancla» no expondrían obra original, pero recreaban los escenarios reproducidos: Aula Dei, San Antonio de la Florida, la Quinta del Sordo y la Academia de San Fernando. La organización espacial del museo en torno al patio central.
El anteproyecto de Herzog & De Meuron se encontró con la oposición de Borrás, por la intervención en la Escuela de Artes, que consideraba agresiva y su inadecuación a su proyecto museístico; de grupos de la oposición en las Cortes de Aragón por la actuación en el edificio de la Escuela de Artes, incluido en el catálogo de los protegidos por el Plan General de Ordenación Urbana de Zaragoza y que debía contar con la autorización de la Comisión Provincial del Patrimonio Cultural. Y por parte de ADUPEPA. La legalidad de la intervención provocó encendidos debates en las Cortes. El Gobierno de Aragón intentó pasar por alto las dudas en torno a la legalidad de las intervenciones en la Escuela de Artes y el Museo de Zaragoza, argumentando que el concurso celebrado no implicaba actuaciones concretas, sino ideas que desarrollaría el equipo ganador.
La puntilla
En 2007 se conocieron algunas modificaciones en el proyecto para suavizar los elementos más polémicos, como las salas ancla y la gran escalera en aspa de unión del Museo y la Escuela. Mas, no estuvo listo para 2008. En noviembre de 2010 el Gobierno de Aragón anunció que se aplazaba sine die.
Compungido Borrás escribía en 2015: Con la inauguración en Zaragoza el 26 de febrero de 2015 del Museo Goya. Colección IberCaja se ha dado la puntilla al proyecto museológico sobre el Espacio Goya. Entre todos los aragoneses hemos dejado morir aquel proyecto ilusionante (o ¿era ilusorio?), de la creación de un Museo Goya en Zaragoza, con un edificio propio, y formado con los fondos artísticos pertenecientes a todas las instituciones aragonesas, públicas y privadas.
Aragón tiene una deuda pendiente con Goya. No hemos sabido aprovechar su gran obra. Que en sus aniversarios como el actual 275 de su nacimiento se realicen exposiciones, congresos o publicaciones no es suficiente. La propuesta de la Lonja como EG es una ocurrencia. Goya se merece mucho más.
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