Acaba de ser presentado, el día 11 de abril, el libro ‘Los nombres de la rosa’. Diccionario biográfico del socialismo en Aragón desde sus orígenes a la Transición de los profesores Enrique Bernad y Enrique Sarasa. El acto se celebró en salón de actos del Museo Pablo Serrano de Zaragoza, con la presencia de los autores y del presidente de la Comunidad Autónoma de Aragón y Secretario General del PSOE de Aragón, Javier Lambán, con una gran afluencia de público.
Lo más sobresaliente del libro es que lleva cerca de 1.500 semblanzas del socialismo aragonés de carácter político, con el consiguiente esfuerzo de recopilación de datos, según los criterios ya utilizados en el Diccionario Biográfico del Socialismo Español 1879-1939 del 2010 de la Fundación Pablo Iglesias.
El Diccionario biográfico del socialismo en Aragón, aunque lleva la firma de dos autores, es una obra colectiva, como no podía ser de otra manera. Se ha realizado, según señalan los autores en la introducción, en el marco de un proyecto de investigación dirigido por Aurelio Martín Nájera, en el que han venido trabajando en el seno de la Fundación Pablo Iglesias desde el 2006 profesores e investigadores de varias universidades y fundaciones, como la Fundación Bernardo de Aladrén de Zaragoza. El trabajo ya ha producido sus frutos, además de los dos diccionarios ya citados, el que escribió Ángel García-Sanz Marcotegui para Navarra, o el que Adolfo Fernández Pérez dedicó a Asturias, sin olvidar, por supuesto, la página web de la Fundación Pablo Iglesias.
Quizá el socialismo español actual debería mirar más hacia atrás, a los socialistas que nos han precedido y que lucharon por los ideales de la libertad y de la igualdad
También hay que citar otro Diccionario biográfico del socialismo en Aragón (1882-1939) en 2 volúmenes, del catedrático de instituto, gran historiador e investigador aragonés Herminio Lafoz, que lleva mucho tiempo realizando una labor encomiable sobre la Memoria Histórica. Como también la está realizando Villanueva Herrero José Ramón en dos extraordinarios libros Socialistas en tiempos difíciles; y Paulino Herrero Ortin, una memoria difusa.
Quizá el socialismo español actual debería mirar más hacia atrás a los socialistas que nos han precedido, y que con grandes dificultades, muchas y más grandes que las de hoy, lucharon por los ideales de la libertad y de la igualdad, que han sido siempre y deben seguir siendo los ideales más genuinos del socialismo, y que por defenderlos les supuso a muchos de ellos la muerte y el exilio. Y en la gran mayoría, también el olvido. Este es el gran objetivo del libro rescatar del olvido a muchos de esos socialistas, que deberían ser nuestros referentes ideológicos. Enhorabuena a los autores.
Bernardo Aladrén, figura dominante del socialismo zaragozano durante la II República
Quiero reflejar la biografía de dos socialistas que aparecen en el libro. Uno es Bernardo Aladrén, del que publiqué un libro en el 2007 La vida dura de un socialista zaragozano. Bernardo Aladrén. Las vicisitudes por las que pasó podrían ser extrapolables a otros muchos socialistas. Ahí van:
Bernardo nació en Zaragoza en 1890 dentro de una familia muy humilde. En 1899, a los nueve años fue llevado al Hospicio Provincial a instancias de su abuela paterna, ya que su padre Felipe estaba preso en Zaragoza por los sucesos ocurridos en el mismo año relacionados con la reforma del ministro de Hacienda Fernández Villaverde, para que el Estado asumiera las deudas coloniales, la no amortización de la deuda pública y establecimiento del impuesto de utilidades. Hubo oposición de la burguesía y revueltas populares. Los manifestantes asaltaron el Casino Principal, penetraron en la Cámara de Comercio, apedrearon el Gobierno Civil y quemaron las puertas del colegio de los jesuitas. Algunas autoridades fueron golpeadas. Se declaró la Ley Marcial y se emplearon a fondo las Fuerzas de Orden Público. Hubo detenidos, entre ellos el padre de Bernardo. Como vemos el periodo de la restauración borbónica instaurado por Cánovas del Castillo no fue un remanso de paz, como muchos historiadores nos han hecho creer.
El régimen franquista tuvo las ideas tan claras como crueles. Había que exterminar toda disidencia para construir la nueva España. Los “enemigos” del Régimen tenían que ser perseguidos hasta en las tumbas
El padre de Bernardo en la cárcel y su madre, Tomasa, fallecida en el Hospital Provincial de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza, dos años antes, a los 38 años de una tuberculosis pulmonar. En el Hospicio Provincial estuvo hasta 1905, donde aprendió el oficio de impresor. No tuvo una niñez muy feliz. Sin madre, un padre en la cárcel y que al salir de ella se desentiende de él; con una abuela octogenaria. Según Arsenio Jimeno, otro socialista de la época, la vida le había maltratado cruelmente y endureció su carácter. Hombre de genio y de temperamento. Muy trabajador y de gran empuje. Dormía poco y trabajaba mucho. Con gran vocación para luchar contra todo tipo de injusticias. Firme en sus convicciones socialistas. Desempeñó altos cargos políticos, supliendo su escasa formación con fuerza y empuje. Con su castellano mellado, era capaz de construir discursos recios, desafiantes y convincentes. Empecinado, un tanto agresivo con sus palabras. Fue un hombre más de acción que de palabra.
Su biografía política se inició en el republicanismo en 1916, en el Partido Radical de Alejandro Lerroux, donde fue presidente de la Juventud Rebelde, su rama juvenil. Luego llegó al anarquismo y en 1920 presidió la reunión de constitución del sindicato de Artes Gráficas de la CNT y fue su primer presidente, permaneciendo hasta 1923, para acabar en las filas socialistas, en torno a 1926 en la UGT y del PSOE. Estuvo implicado en los sucesos de Zaragoza vinculados con la sublevación de Jaca de diciembre de 1930. Según Kelsey, Bernardo fue la figura dominante del socialismo zaragozano durante la II República. Presidente tanto de la Agrupación Socialista como de la Federación Local de la UGT en enero de 1930, Secretario General de la Federación Provincial de la UGT zaragozana desde su constitución en mayo de 1931 hasta la sublevación militar.
Tras las elecciones municipales de 12 de abril de 1931 se convirtió en jefe de la minoría socialista en el Ayuntamiento de Zaragoza, destacando por su defensa de la clase obrera, la democracia, la educación y el laicismo. Por la huelga de 35 días, iniciada el 5 de abril de 1934, estuvo preso en la cárcel, por ser miembro del Comité de Huelga. Por los hechos de octubre de 1934, todos los concejales socialistas fueron encarcelados y no volvieron a sus puestos hasta el 21 de febrero del 36.
En 1936 tras el triunfo del Frente Popular de la Comisión Gestora Provincial, bajo la presidencia del Gobernador Civil, Vera Coronel, formó parte junto a otros diputados socialistas: Antonio Plano, Antonio Ruiz.
Participó en los Jurados Mixtos, instituciones creadas en tiempos de la II República, para tratar de conciliar los intereses contrapuestos entre las clases patronal y obrera. Vocal en el Jurado Mixto de Artes Gráficas de Zaragoza y presidente del Jurado Mixto de Trabajo Rural de Zaragoza.
Llegamos al golpe militar de 18 de julio en Zaragoza. La indecisión del Gobernador Civil, Vera Coronel, y al negarse a proporcionar las armas que solicitó una delegación de la CNT y la UGT provocó el triunfo del golpe. Bernardo no pudo aguantar el encierro voluntario y se echó a la calle. Buscó refugiarse, llamó a las puertas de parientes acomodados. Se las cerraron con aspavientos, lo que era entregarlo a la muerte. Fue detenido por las falangistas y el día 9 de agosto por ser socialista fue asesinado con un tiro en el cráneo. Al conocer su desesperada viuda el trágico desenlace, como nos cuenta su amigo Arsenio Jimeno, anduvo vagando sin rumbo por las calles de Zaragoza musitando con infinito pesar, la cósmica tristeza.
El régimen franquista tuvo las ideas tan claras como crueles. Había que exterminar toda disidencia para construir la nueva España. Los “enemigos” del Régimen tenían que ser perseguidos hasta en las tumbas. Fue el caso de Bernardo. Incluso muerto, las autoridades franquistas le sometieron a un juicio en 1941, a través del Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Zaragoza, para averiguar su comportamiento político con el objetivo de arrebatarle si tenía algún patrimonio. Su viuda rozando la miseria y sobreviviendo haciendo faenas por las casas, fue requerida sin contemplaciones varias veces a declarar ante el tribunal. Su expediente fue sobreseído por insolvencia. ¡Qué nivel de crueldad del franquismo! Y esto no debe conocerse nos dicen algunos. ¡Qué desvergüenza!
Matías Pastor Sancho, fundador de la primera Agrupación Socialista en Aragón en 1891
El segundo socialista al que quiero referirme es Matías Pastor Sancho, el fundador de la primera Agrupación Socialista en Aragón en 1891. Por lo que se puede llamar el Pablo Iglesias aragonés. El secretario general de los socialistas aragoneses y presidente de Aragón, Javier Lambán, participó los días 19 y 20 de marzo de 2016 junto al presidente de la Fundación Pablo Iglesias, Alfonso Guerra, en unos emotivos actos de conmemoración del 125 aniversario de la primera Agrupación Socialista en Aragón: en el Edificio Paraninfo de Zaragoza y una visita al Cementerio de Torrero a la tumba de Matías Pastor, su primer presidente y fundador, un cantero, nacido en Urrea de Gaén, provincia de Teruel, que hasta hace poco se pensaba que era de Santander. El novedoso dato, extraído del Padrón Municipal de Zaragoza de 31 de diciembre de 1914, ha sido posible gracias a la labor de investigación del jubilado ugetista y miembro de la Fundación Bernardo Aladrén, José Butera, recientemente fallecido y que poco ha le rindió un emotivo y merecido homenaje la UGT zaragozana.
En su reseña necrológica se indica que «era un hombre sencillo y llano, que siempre se mostró con la misma modestia y humildad, que cuando se dedicaba a sus trabajos de obrero y a su misión de propaganda del movimiento socialista”
Matías a su llegada a Zaragoza se convirtió un todo un referente del socialismo histórico aragonés. Antes en Bilbao tuvo gran protagonismo en el movimiento socialista. Según el artículo de su amigo Isidoro Achón: La vida de Matías Pastor, como la de todo luchador de aquella época, está llena de vicisitudes y heroísmos. ¡Quién ignora el poder del amo en aquellos tiempos! No se le podía perdonar que allí donde estuviera organizase la Sociedad de resistencia de su oficio y ayudase a organizar las de los otros trabajadores […] Su juventud coincidió con el periodo heroico y fue compañero luchas y fatigas de los dos líderes que honraron al socialismo español con la espiritualidad de su gran talento y la fortaleza de su acción. Pablo Iglesias y García Quejido eran íntimos amigos de Matías, a quienes ayudó cuando pudo en aquella primera, difícil y dura actuación. El nombre de Matías era conocido en toda España […] Y efectivamente, el 2 de abril de 1888 fue elegido secretario 1º del Comité de la agrupación socialista bilbaína. Por ello se encargó de la correspondencia con El Socialista. El 22 de abril fue detenido en Sestao cuando fijaba carteles y repartía convocatorias para un mitin socialista. Tuvo una importante participación en la huelga que más de 200 canteros mantuvieron en Bilbao en julio de 1888.
A primeros de 1889 llegó a Zaragoza, donde se casó con Carmen Gascón Salvador, cuatro años más joven; tuvieron cuatro hijos; el primero de ellos una niña, -de nombre Carmen nacida en 1896, que llegó a ser maestra en Torrijo del Campo, y que fue depurada y represaliada por el franquismo-, después llegaron tres hijos varones nacidos en 1900, 1903 y 1905. Nada más llegar se convirtió durante bastantes años en el hombre clave del socialismo aragonés. Su llegada supuso una reactivación del movimiento socialista zaragozano. El 15 de marzo de 1890 se fundó la Sociedad de Obreros Canteros de Zaragoza, en la que tuvo un papel destacado, ya que fue su primer secretario. Su influencia se plasmó en la orientación de la sociedad, ya que se vinculó a la opción socialista. Luego se adhirieron a la manifestación del 1º de mayo y dos meses después entraron en la UGT.
El 17 de febrero de 1891, obreros de diversos oficios, en su mayoría tipógrafos, se reunieron para constituir la Agrupación Socialista de Zaragoza. Presidió Matías, y fue nombrado Presidente del Comité interino. El 18 de marzo los socialistas conmemoraron el aniversario de la Comuna. Dos días después, constituyeron la agrupación definitiva, donde fue ratificado como Presidente. En 1894 asistió en Madrid a los congresos IV de la U.G.T. y P.S.O.E., en representación de las sociedades ugetistas y Agrupación Socialista de Zaragoza. En 1900 se constituyó la Federación Local de Sociedades Obreras de Zaragoza, al frente de la cual Matías se opuso a la huelga general revolucionaria, táctica defendida por los anarquistas, siendo partidario de un evolucionismo revolucionario acomodado a la situación de infradesarrollo socioeconómico y cultural del país. En octubre de 1905 abandonó definitivamente la presidencia de la Federación Local y toda labor directiva a nivel sindical y político, dando paso a gente más joven, sin desvincularse del sindicato y partido para trabajar en otras instituciones de fuerte compromiso social, como la Junta Local de Reformas Sociales, donde desarrolló una brillante actividad en favor de la clase obrera.
Por la esquela de su muerte en Zaragoza el 12 de diciembre de 1921, a los 55 años, conocemos los cargos que estaba desempeñando en Zaragoza: Presidente de la Junta Municipal del Censo Electoral, Secretario y Vocal de las Juntas Provincial y Local de Reformas Sociales, Secretario del Patronato de Colonias Escolares, Vocal de la Junta de Protección de la Infancia y Represión de la Mendicidad, y Vocal de la Caja Nacional de Previsión.
En le reseña necrológica se indica: “Cuando los organismos a los que perteneció se encontraban con dudas y dificultades de interpretación, la clara inteligencia de M.P. resolvía de plano el obstáculo y su afinado dictamen era el que prevalecía… Era el alma de las colonias escolares, cuyas expediciones preparaba con el cariño de un padre, y completaba luego, acompañando a los niños hasta dejarlos instalados en la costa o en la montaña, para recogerlos después y reintegrarlos a sus familias con la legítima satisfacción, de quien algo positivo ha hecho por la salud infantil… Era un hombre sencillo y llano, que siempre se mostró con la misma modestia y humildad, que cuando se dedicaba a sus trabajos de obrero y a su misión de propaganda del movimiento socialista…”.
Publicado en «Nueva Tribuna» el 12 de abril de 2019
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