Mujeres

Mujeres judías frente al nazismo

Las combatientes rara vez han sido mencionadas en la literatura histórica de la Segunda Guerra Mundial

Conocida es la imagen de los 6 millones de judíos asesinados por el nazismo durante la II Guerra Mundial, pero no lo es tanto la resistencia del pueblo hebreo ante la barbarie nazi. Tal vez el ejemplo más recordado sea el levantamiento del gueto judío de Varsovia (19 abril-16 mayo 1943) hasta el total exterminio del mismo por parte de las tropas hitlerianas. Emociona pensar que una de los lemas de sus defensores fuera «¡Pamietajcie Saragosiee! (Recordad Zaragoza)», queriendo así emular la defensa de la capital aragonesa durante los Sitios de 1808-1809.

Pero además de Varsovia, miles de judíos combatieron al nazismo en los países ocupados. Pero, como señalaba Steven Bowman, las mujeres que participaron activamente en los grupos de resistencia, «rara vez han sido mencionadas en la literatura histórica sobre la Segunda Guerra Mundial», y sólo hasta fechas recientes se ha empezado a estudiar con cierto rigor su papel en la resistencia armada contra el nazismo. Este es el caso de Emily Landau que, a sus 17 años, fue la primera judía muerta en combate en el gueto de Varsovia, o Hannah Szenes (1921-1944), una joven poeta y luchadora judía húngara asesinada en Budapest, pero hubo otras muchas, algunas de las cuales recordamos hoy.

Partisana búlgara

Violeta Yosifova Yakova (1923-1944) (a) «Ivanka», una partisana judía búlgara de origen sefardí, militante comunista, que formó parte de un escuadrón de la resistencia que asesinó a varios militares nazis y colaboracionistas, entre ellos, al jefe de la policía búlgara. Tras ser capturada, fue violada y torturada hasta la muerte y tras la liberación, fue declarada «heroína de Bulgaria».

También murió en combate Rita Rosani (1920-1944), judía italiana, que se unió a la resistencia y fundó el Grupo Aquila. En el lugar donde fue asesinada se celebra cada año un acto en su memoria y en la sinagoga de Verona, una placa la recuerda con una cita bíblica: «Muchas mujeres han realizado proezas, pero tú las superas a todas» (Proverbios, 31:29).

Sara Yehoshua Fortis

Otras jóvenes tuvieron mejor suerte, como fue el caso de Sara Yehoshua Fortis, judía griega de origen sefardí que se convirtió en «andarte», esto es, en luchadora de la Resistencia griega y, a los 16 años, pasó a integrarse en el Ejército Popular de Liberación de Grecia (ELAS). Sara Fortis lideró un grupo compuesto exclusivamente por mujeres, el cual se convirtió en un valioso aliado para los combatientes masculinos del ELAS: junto a ellos participaron en numerosas misiones, tanto de combate y ataques a objetivos militares, como en la ejecución de colaboracionistas nazis. Tal fue así que los «andartes» masculinos se apropiaron de muchas acciones llevadas a cabo por las partisanas de Sara Fortis puesto que a muchos griegos les resultaba impensable que aquel grupo de aguerridas jóvenes mujeres pudiera llevarlas a cabo. Pese a ello, Sara Fortis, con apenas 18 años, era ya conocida como «kapetenissa (capitana) Sarika» y continuó luchando contra los ocupantes nazis hasta la liberación de Grecia a finales de 1944. También podemos citar a Roza Papo (1914-1984), una judía bosnia de Sarajevo de origen sefardí, que, tras la invasión nazi de Yugoslavia, se unió en 1941 a los partisanos de Tito. Médica de profesión, dirigió y coordinó todos los hospitales de campaña de los partisanos, pero también participó en la lucha, adscrita al Batallón de Ataque de Bosnia, siendo herida en combate. Durante la guerra, perdió a sus padres, hermanos y la mayor parte de su familia en la represión llevada a cabo por las milicias fascistas croatas aliadas de los nazis. Tras la liberación, le cabe el honor de haber sido la primera mujer ascendida al rango de generala en el conjunto de los países de la Península Balcánica.

Hedy Lamarr

Un caso especial fue el de Hedy Lamarr (1914-2000), judía de origen checo, que, además de famosa actriz de Hollywood, fue la inventora durante la II Guerra Mundial de un sistema de comunicaciones inalámbricas a larga distancia que permitía guiar por radio los torpedos de los submarinos aliados y que evitaba las interferencias nazis, descubrimiento que sería el antecedente del actual ‘Bluetooth’ y del ‘Wifi’.

En estos días en los que se cumple el 80º aniversario de la infame Conferencia de Wansee (20 enero 1942) en la que los jerarcas nazis acordaron la «solución final» para el pueblo judío, su exterminio, todas estas heroicas jóvenes judías merecen ocupar un lugar destacado en la historia del antifascismo.

Publicado en El Periódico de Aragón el 21 de enero de 2022

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