Insisto, ahora la estrategia es la misma en relación al problema de Cataluña. Firmas en mesas petitorias en toda España, mociones en ayuntamientos y comunidades autónomas, convocatoria de manifestaciones contra los indultos. A pesar de que ya fracasó tal estrategia con anterioridad, alimentando la confrontación entre catalanes y el resto de españoles que fue creciendo hasta el punto de que se multiplicaron los separatistas y separadores. Pero a la derecha le da igual. Erre que erre con la misma estrategia, aunque eso envenene cada más la convivencia en Cataluña y en el resto de España. Este sábado, 28 de mayo, Zaragoza ha sido la primera gran ciudad en rechazar los indultos del procés. El pleno municipal, con los votos a favor de PP, Cs y Vox, ha aprobado la moción presentada por el equipo del popular Jorge Azcón en la que se insta al Gobierno de España a «defender y garantizar» la igualdad de todos los españoles ante la ley y no conceder los indultos. Una propuesta que no ha contado con el apoyo de los grupos de la izquierda, PSOE, ZeC y Podemos. Para el alcalde, de producirse la medida de gracia, será «uno de los hechos políticos más relevantes en la historia de la democracia» porque supone «un ataque grave a la libertad democrática» y porque es «un pago político a un chantaje para seguir durmiendo en la Moncloa», ha asegurado en referencia a Pedro Sánchez.
Intuyo que esta derecha tiene auténtico pavor a que la iniciativa de Sánchez con los indultos, pueda servir para iniciar una vía de diálogo y que desemboque en una solución razonable a las relaciones entre Cataluña y España. ¿Por qué tal pavor? La respuesta es clara: necesita el conflicto, para sacar votos en el resto de España. Como también lo necesita el partido de Puigdemont. Ambos se retroalimentan.
Mas, esta es la derecha que tenemos y con ella tenemos que apechugar. Es esa derecha a la que José Antonio Labordeta la mando “A la mierda” en sede parlamentaria, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados el 5-3-2003. ¡Qué bien la conocía Labordeta! Vemos cómo la describe con sorna y gracejo en este fragmento del artículo de El Periódico de Aragón de 30-10-2005, titulado «Independencia virtual».
«Pero volviendo al combate cotidiano uno contempla, con verdadera vergüenza ajena, esos spots del PP reclamando votar para defender la Constitución, cuando ellos la maldijeron y no la votaron, porque también con ella se rompía España. Tienen vocación de empresa de derribos porque cada vez que alguien desea avanzar en derechos ciudadanos, el país se rompe: se rompe con la Constitución, con los Estatutos, con el aborto, con el divorcio, con Ibarretxe, con los matrimonios gays, con el incendio de Guadalajara y con el helicóptero de Afganistán. Todo menos el 11-M y la guerra de Irak. ¿Alguien ha pedido perdón por las mentiras que acabaron en la tragedia del atentado terrorista? Solo faltaría eso, que la derecha reconociese sus errores. Ellos son todos de buena familia y los que no lo son, los torquemadillas de turno, quieren ser también barones y marqueses como todos los suyos y, para ello, tergiversan la historia, mienten desvergonzadamente e intentan, por todos los medios, alcanzar la porcelana de Sevres de una de esas tías gordas que pasean su corpiño por las ferias de toros de toda esta piel de ídem, que para eso tienen el parné y el latifundio».
Estas palabras siguen siendo plenamente vigentes hoy. Con los indultos se rompe y se traiciona a España. ¿Cuántas van ya? Y si quedan tan panchos. Hace falta tener cuajo. Y hablan de traición a España. Mas, ¿cuántas traiciones a España han llevado a cabo ellos a lo largo de la historia?
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