Todo demócrata acepta un principio básico de la democracia: la voluntad popular plasmada en unas elecciones libres. Es el ADN de la democracia. Como hemos visto, Trump no acepta los resultados de las últimas elecciones con el argumento son fraudulentas. No obstante, ya lo decía antes de su celebración. Aquí en España muchos se escandalizan con el comportamiento antidemocrático de Trump. Y en cambio no hacen lo mismo con el más dañino para nuestra democracia de las derechas españolas.
Tras las elecciones generales del 10-N del 2019, el pasado 7 de enero Pedro Sánchez fue elegido presidente del Gobierno con la mayoría simple del Congreso con 167 votos de PSOE, Unidas Podemos, PNV, Más País, BNG, Teruel Existe y Nueva Canaria a favor, frente a 165 en contra de PP, Vox, Cs, Junts per Catalunya, Navarra Suma, la CUP y PRC. Y 18 abstenciones de ERC y Bildu. Se votó 48 horas después de no haber alcanzado la mayoría absoluta. Negar la legitimidad de esta votación y del Gobierno de Sánchez supone no entender el significado de una democracia e ignorancia de nuestra Constitución. Artículo 99 1. Después de cada renovación del Congreso de los Diputados… el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno. 2. El candidato propuesto … expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa del Gobierno… y solicitará la confianza de la Cámara. 3. Si el Congreso de los Diputados, por el voto de la mayoría absoluta de sus miembros, otorgare su confianza a dicho candidato, el Rey le nombrará presidente. De no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación 48 horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere la mayoría simple.
Lo llamativo, desde el primer día nuestras derechas, tan constitucionalistas, han calificado al Gobierno de Sánchez de ilegítimo. ¿Estas derechas son conscientes que están dinamitando nuestra Constitución?
Pero no atacan solo el artículo 99. También el artículo 1.2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. Artículo 23. 1. Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal. Porque si no se manifiesta la soberanía nacional a través de las elecciones, ¿cómo lo hacemos? Además, están deslegitimando al Rey, porque propone a un candidato «ilegítimo» a la Presidencia del Gobierno. Sobre esta cuestión, el portavoz del PNV, Aitor Esteban , les dio una lección parlamentaria a las derechas. Mientras hablaba hay que observar las caras de circunstancias de Cayetana , Casado , Abascal y Arrimadas . Un político con cierto nivel de dignidad y sentido del ridículo se hubiera ausentado ante tal varapalo. Son perversos y también torpes.
Ahí van: «Es fácil adivinar que la investidura puede salir adelante, y que Partido Popular, Vox y Ciudadanos comiencen a expandir la idea de que será un Gobierno ilegítimo, un Gobierno que no responde a los parámetros constitucionales. Le han hecho un flaco favor al Rey y a su neutralidad constitucional. Intuyo que no estarán muy contentos en Zarzuela, ya que con su torpe defensa y sus reproches identificaron al jefe del Estado con su postura. El Rey, salvador de España y que estaría con ustedes y lo que representan, frente al presidente del Gobierno –un Gobierno ilegítimo– que conspira contra las bases del Estado.
Pero es curioso que si hoy estamos votando aquí la candidatura del señor Sánchez es porque el Rey lo ha querido así, porque en la ronda de consultas con las fuerzas parlamentarias en Zarzuela ya era conocido el acuerdo entre Sánchez e Iglesias , y para no poner en seguro peligro a España –para no venderla, como dicen ustedes– el Rey podría perfectamente haber optado por proponer al señor Casado, al señor Abascal o a la señora Arrimadas, y resulta que ha propuesto al supuesto felón Pedro Sánchez. Según su lógica, ¡que irresponsabilidad la del monarca!» Majestuoso.
Mas, en esta tarea de deslegitimar al Gobierno de Sánchez las derechas políticas no están solas. Cuentan con el apoyo servil de buena parte de la prensa española. Siguen erre que erre con su discurso. Su único objetivo es derribar el Gobierno, sea como sea. Debe ser, porque si no mandan ellos, el Gobierno no es legítimo. Lo mismo dice Trump sobre Biden . Pero aquí sobrepasan a Trump. Además de ilegítimo es un Gobierno dictatorial, socialcomunista, golpista y hasta asesino (Trump acusó a Biden de socialista y comunista, pero no llegó a acusarle de asesino). Y sus argumentos van calando en amplios sectores de nuestra sociedad. No hay más que observar los comentarios en la calle y en las redes escupiendo odio contra Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, al que denominan despectivamente el Coletas . Y a veces «Gobierno Frankenstein». Estos comentarios muestran un odio profundo, al que no se puede replicar con un argumento racional. Como se te ocurra hacerlo te ves sometido a ataques furibundos. Mas, para estos, es así y punto. Esto lo hemos visto antes, durante y después de las elecciones norteamericanas por parte de los trumpistas . Y también en España. La pandemia del covid-19 pasará. La de odio permanecerá.
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